Son los malditos seres que viven en mi pequeño mundo mental lo que no me dejan avanzar. Están haciendo ruido, y me están destuyendo lentamente. Bulliciosos y sin juicio, dejan su saliva tóxica entre mis oídos para distorsionar aquello que anhelo; despedazan las ilusiones, hacen harapos. Han generado neurosis con sus movimientos transitorios y aúllan sin cesar. Y ya no estoy dispuesta a tolerar su júbilo, estoy harta de sentir sus golpes cada que les viene en gana patearme la cabeza.
Estaré peleándome con esta serie de seres demoniacos, venenosos, estúpidos, escandalosos. Buscaré el silencio...bendito silencio mental. Sola, ignorando sus gritos...los dejaré callados.
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